Televisores
Los televisores LED son técnicamente
miembros de la familia de los LCD. La pantalla de un televisor
LED es de cristal líquido, al igual que en cualquier
LCD. La principal diferencia entre ambos es que utilizan diferentes
técnicas de backlighting (retroiluminación) lo
que puede cambiar radicalmente la calidad de la imagen.
Los LCDs tradicionales han utilizado distintos
tipos de iluminación fluorescente, desde tubos hasta
una diversidad de luces mucho más avanzadas. El televisor
de LED utiliza Light Emitting Diodes (diodos de
emisión de luz) para iluminar el panel del LCD.
Una de las ventajas de la retroiluminación
por LEDs es la posibilidad de aportar iluminación trasera
concentrada de manera local en puntos concretos de la pantalla.
De este modo no perdemos profundidad de negros que rodean zonas
bien iluminadas, problema que tienen todos los LCD tradicionales.
Además, los LEDs pueden apagarse completamente, pudiendo
conseguir por primera vez el negro absoluto en un LCD. Muchos
fabricantes llaman a este sistema HDR.
En vez de luces fluorescentes detrás
de los paneles LCD, los televisores LED LCD usan precisamente
una matriz de pequeños diodos electroluminiscentes (LED)
que están divididos en zonas que pueden ser apagadas
o encendidas al máximo.
La diferencia entre un televisor LCD de tecnología
LED y un LCD convencional se traduce en un contraste muy superior,
un consumo inferior y mayor precisión en la definición
de cada pixel.
La mayoría de los fabricantes declaran
aproximadamente 100.000 horas de vida útil para sus televisores.
Los televisores con retroiluminación LED son nuevos y
no existe aún mucho seguimiento, pero las luces de LED
tienen comúnmente mucha vida útil.
Un televisor 4K es un televisor con resolución
4K.
Esto significa que el televisor tiene 3840 pixeles horizontales
y 2160 pixeles verticales, lo que da un total de aproximadamente
8,3 millones de pixeles.
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