Los diez mandamientos para tomar mate:
las cosas que jamás debés hacer
El buen cebador de mate sabe cuáles son las reglas
a seguir para lograr un mate perfecto. El que no las conozca,
que lea esta nota y agende lo que jamás debe hacer
si quiere que otros cebadores lo respeten. Cualquier persona
puede hacer un mate pero no es fácil encontrar buenos
cebadores. Cebar no es simplemente servir o verter agua caliente
al mate sino mantener el mate en condiciones agradables para
ser tomado.
Aquí los 10 mandamientos para tomar el mejor mate
1. No usar azúcar ni edulcorante
Esto es un pecado mortal. El mate es amargo, y punto. Toda
otra variante es un plan cobarde para ablandarle la boca a
una bebida que es recia y rica, tal y como la da la naturaleza.
Sino, ponele azúcar a las aceitunas a ver cómo
te queda.
2. No revolver la bombilla
La bombilla no es una palita para arreglar la yerba y levantarla
cuando el mate está lavado. A pesar de que hay gente
que les gusta palanquearla para generar un agujerito, la bombilla
no se toca.
3. Nunca soplar por la bombilla
Se sabe de gente que, cuando el mate está duro, sopla
para mejorar el tránsito de la bombilla, pero no hay
nada más desagradable ni desconsiderado: el mate no
es un clarinete, y además lo llenás de microbios
que el otro no tiene por qué consumir.
4. Jamás cebar con agua hervida
Cebar un mate con agua hervida es un delito que merece la
pena capital, ya que de esa forma la yerba se quema y queda
amarga como la carqueja. Un buen cebador, escucha la pava
y siempre sabe cuándo el agua está lista.
5. Cortar el mate con agua fría de la canilla
Otra acción que merece la horca. El cloro del agua
corriente hecha a perder el gusto del mate y ya no tiene retorno.
Si el agua te quedó muy caliente, esperás a
que se enfríe y listo.
6. Nunca convidar un mate frío
Antes que cebar con agua fría, el buen matero rehace
la partida: calienta el agua, cambia la yerba y ceba desde
cero una nueva ronda, para no desdeñar a nadie y conservar
el amor propio.
7. Bajo ningún concepto reusar la yerba
A ver si nos entendemos: cuando un mate ya dio todo el sabor
crudo del pasto y aportó su amargo revitalizante, esa
yerba ya no sirve más. Nada de volver a cebarlo conservando
la que estaba abajo en el mate. El matero de ley no vuelve
a usar la yerba: tira todo y arranca otra vez.
8. No incursionar en mezclas extrañas
¿Qué es eso de combinar el mate con cáscara
de naranja? El mate ya tiene sabor suficiente. Si no les va,
cambien la marca de yerba. Pero eso de andar buscándole
funcionalidades no es propio de esta bebida, sino
de remedios.
9. Nunca chupar el mate ajeno
Esto equivale a robarle a alguien su porción de asado.
Fijate, en una ronda de materos, para que el mate llegue lejos,
pasa por varias manos y ninguna tiene derecho a cortar el
trayecto y robar el turno.
10. Dejar migas en la bombilla
Esto es de pésimo gusto. Si todos sabemos que el mate
es una costumbre bastante promiscua y hasta poco higiénica,
debemos cuidar el aspecto del ritual para no hacerlo aún
más asqueroso. Si se toma mate con bizcochos, antes
de beber limpiate la boca.
|